And so with the sunshine
and the great bursts of leaves
growing on the trees,
just as things grow in fast movies,
I had that familiar conviction
that life was beginning over again
with the summer.
F. Scott Fitzgerald
The Great Gatsby
Llega el verano. O ya ha llegado. Y yo este año sólo pido que mi pelo se aclare, que mi piel se oscurezca, que las noches sean más largas, las faldas más cortas y las bebidas en mi mano estén siempre frías.
Eso, y una lista de canciones que me transporte al sol, la arena y la sal.
- SAN JUAN – CANCIONES PAGANAS / Xoel López
«Y dicen que cada año, cada 23 de junio, cantan sus canciones a la orilla de aquel mar.»
- SHE’S SO LOVELY / Scounting For Girls
«I love the way she bites her lip
I love the way she shakes them hips.
I love the way she makes me drool.
I think that she is beautiful.»
- THE NEXT TIME AROUND / Little Joy
«One too many goals,
The measure of your worth
Can sink your weight in gold»
- QUÉ BIEN / Izal
«Y qué manera de perder las formas
y qué forma de perder las maneras.
Ya nada importa,
el mundo ya se acaba no quedará nada.
Disfrutemos de la última cena.»
- CHANGE THE WORLD / Outasight
«Cause rules don’t seem to make the man but the man seem to make the rules
Open my eyes to a little sun and see what I can do»
- PLAGE / Crystal Figthers
«Time is short. You know you live one life.
It was love at first sight.
And being by your side is the only thing on my mind.»
- EGOS /Belize
«-Siento despertarte tan temprano, pero hay un monstruo en el armario.
-I don’t wanna talk about your silly things.»
- FIRST OF THE GANG TO DIE / Morrissey
«And he stole from the rich and the poor
and not very rich and the very poor.
and he stole our hearts away
he stole our hearts away, he stole our hearts away…»
- UNBELIEVERS / Vampire Weekend
And you love the sea
But what holy water contains a little drop, little drop for me?»
- EL SALMÓN / Andrés Calamaro
«Siempre seguí la misma dirección
la difícil la que usa el salmón»
- GOLD IN THE AIR OF SUMMER / Kings of Convenience
«I didn’t know if you wanted to
But I came to pick you up
You didn’t even hesitate
And now you and me are on our way «
C.
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del “Te quiero siempre”.
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
Federico García Lorca.
C.
Nunca me ha caído bien la gente que afirma tener una canción preferida.
Siempre he pensado que tener una canción favorita es síntoma de escuchar poca música. De ser muy conformista. Hay demasiado donde elegir, demasiados estilos, demasiadas canciones preciosas. Miles. Demasiados estados de ánimo a los que acompañar con una canción. Me parece imposible dar con la canción completa, la perfecta, la elegida.
No sé si será cosa mía, si será falta de madurez y miedo al compromiso con una canción.
Sé que si fuera algo más valiente, admitiría que se han roto mis esquemas. Que puede que yo, que me jacto de escuchar música sin control ni límite más allá que lo que mis pobres oídos pueden tolerar, haya encontrado mi canción favorita. Y lo digo con la boca pequeña, no vaya a ser que descubra algo mejor a la vuelta de la esquina. Porque me da vergüenza y me parece una falta de respeto para todas esas canciones que me encantan. Miro de refilón el teclado y aprieto muy poco las teclas con las yemas de los dedos, con temor a que esta declaración quede fija y no haya vuelta atrás. Pero creo que la he encontrado. No es la canción que más escucho. Ni con la que estoy más obsesionada. Tampoco es de uno de mis cantantes o grupos favoritos. Pero es la canción. La que nunca me deja indiferente. Aquélla cuya letra me hace llorar y cuya música no me deja parar de sonreír de oreja a oreja.
Calíope.
“Amor platónico: Tipo de amor que se expresa de una forma intelectual y no física. Idealización del amor que centra sus valores en la lejanía de un carácter material −terrenal o mundano−. Amor inalcanzable, cuyo objeto no se puede materializar.”
Existe un tipo de músicos con los que cada vez que suena una de sus canciones te da un vuelco el corazón como cuando empiezas una relación con una persona y te das cuenta de que te está llamando por teléfono. Te embarga esa emoción y esos nervios, el saber que has descubierto algo genial y que nadie te lo va a poder arrebatar. Un tipo de músicos cuyas canciones no vinculamos a un recuerdo, a una persona o a un momento determinado. Músicos que trascienden de tu estado de ánimo. Que puedes escuchar en todo tipo de circunstancias y cuya voz te transporta a otro mundo. A los que les perdonas todo. Músicos que dentro de 20 años te seguirán emocionando de la misma manera que ahora.
Amores platónicos musicales.
Si mis obsesiones con canciones o grupos son constantes, no menos frecuentes son estos enamoramientos platónicos que siempre llegan por sorpresa y se aferran a mí de manera que me es imposible dejarlos ir. Engrosan mi lista Glen Hansard, Johny Cash, Van Morrison o Ray LaMontagne, entre otros.
Y él. The Tallest Man on Earth.
«So now he’s buried by the daisies,
so I could stay the tallest man in your eyes, babe.»
Todos mis amores platónicos musicales tienen en común aquello que precisamente les identifica, una voz particular. En el caso de The Tallest Man on Earth, es la voz unida a una guitarra su seña de identidad. No sólo porque domina el instrumento de manera envidiable sino porque parece que va indisolublemente unida a su voz. Él mismo ha afirmado en más de una ocasión que raramente graba las pistas de voz y las de guitarra por separado y el resultado es una simbiosis perfecta.
Leía en una reseña sobre uno de sus conciertos que The Tallest Man on Earth es el hombre de las mentiras. Por aquello de que al escucharle por primera vez, desprovisto de información, uno se lo imagina, alto y resuelto, en una zona rural de la América profunda. Curiosamente, nada de ello es cierto.
Kristian Matsson, de nombre artístico The Tallest Man on Earth, es un joven sueco de aspecto tímido que, con sus 1,80 metros de altura difícilmente pasa por el hombre mas alto del mundo. Ahora bien, cuando coge la guitarra y se enfrenta al público, se crece. Su voz y su forma de tocar tienen tanto carisma que sobrepasa cualquier apariencia de debilidad. Es contundente en su actuación, desgarradoramente potente en su fragilidad. Yo ya había caído por completo en sus redes cuando me enteré de que, presentando su primer disco Shallow Grave, fue telonero de Bon Iver (otro de mi lista). Amor profundo, de los que te permiten perdonar esas camisetas de tirantes.
«Sometimes noise is just your mind»
Inspirado por las más grandes leyendas del folk anglosajón y con un pleno dominio del inglés, ha conseguido escapar de la sombra de Dylan, que le acecha y antecede en sus actuaciones, enmascarando las comparaciones con su auténtico talento, dejando que sea su música la que hable por él.
Una voz muy personal, el finger-picking con la guitarra y unas letras poéticas son la premisa de los tres discos que ha publicado en apenas cuatro años (Shallow Grave, The Wild Hunt y There’s no leaving now) y del EP que vio la luz en 2010 compuesto por cinco canciones (Sometimes the blues is a passing bird). Si bien es cierto que en There’s no leaving now introduce algo más de instrumentación para acompañar sus canciones, para nada pierde la esencia de los discos anteriores. Podríamos calificarlo como de música en estado puro, sin ningún artificio.
«To see through a fearless eye
And know that danger finally goes away
Still you’re trying
But there’s no leaving now.»
Tocó el pasado otoño en Madrid, Barcelona y San Sebastián y me fue imposible asistir a ninguno de sus conciertos. Me he enterado de que vuelve en noviembre a Barcelona con motivo del Voll-Damm Festival Internacional de Jazz. Y esta vez, cualquiera que sea el impedimento que se presente, lo sortearé removiendo cielo y tierra, porque no pienso perdérmelo.
«Why are you stamping my illusion?
Just cause I stole some eagle’s wings
Because you named me as your lover
Well, I thought I could be anything.»
Calíope.
Dice un proverbio chino que “cuando dos hermanos trabajan juntos, las montañas se convierten en oro”. Resulta evidente que la fórmula del éxito no es tan sencilla; sobran hermanos y aquí nadie es Midas. Ahora bien, es cierto que la confianza, lealtad y la unión que tienen dos hermanos, si se dirige por el camino correcto, puede dar lugar a grandes triunfos.
Ello queda especialmente reflejado en el ámbito musical, así que mi plan B, si lo que tengo entre manos no llega a buen puerto, es arrastrar a mi hermana al mundo de la farándula. Si a los Jackson 5, Oasis, The Coors, The Beach Boys, AC/DC, The Carpenters, Kings of Leon, The Bee Gees, Gladys Night and the Pipes o Radiohead les ha ido bien, no veo por qué a nosotras no.
Sólo aquellos que comparten un vínculo genético y una misma pasión por la música son capaces de lograr unas armonías perfectas. Lo comenté también allá por mayo, hablando de barbas y demás, al presentarles a The Avett Brothers. Ellos serán mi principal modelo a seguir. Pero no son los únicos.
FIRST AID KIT.
Conocí a estas dos hermanas suecas vagando por Youtube -muy poco glamuroso, lo sé, pero qué le vamos a hacer-, gracias a una cover que hicieron de la canción ‘Tiger Mountain Peasant Song’ de Fleet Foxes. Fue un flechazo.
Han pasado casi cinco años desde entonces y ya tienen un EP y dos discos que son de escucha obligatoria. Háganme caso esta vez, quédense con su nombre, porque van a llegar lejos. Son fantásticas.
THE NATIONAL.
Cuando una banda está integrada no por uno, sino por dos grupos de hermanos, esto es lo que pasa.
Asumo que ya conocerán a The National, banda formada a finales de los noventa por los gemelos Aaron y Bruce Dessner, los hermanos Scott y Bryan Devendorf, y Matt Berninger. Este último es su vocalista y su profunda voz de barítono, una de las principales señas de identidad del grupo. Una de esas voces que te dejan KO, que te hacen bajar la guardia. Sus canciones tienen un deje oscuro, melancólico, que se ha ido acrecentando en sus discos más recientes y que también queda patente en sus letras.
“And I can’t fall asleep
without a little help.
It takes a while to settle down
my shivered bones,
wait til the panic’s out.
It takes an ocean not to break.”
Terrible Love.
De sus discos, Boxer es mi preferido. No se lo pueden perder.
THE ISLEY BROTHERS.
Las canciones de The Isley Brothers se pueden clasificar dentro de ese grupo de canciones que nos acompañan discretamente toda la vida, que escuchamos esporádicamente, que reconocemos pero no sabemos exactamente a quién atribuirlas. Hace un par de veranos vi la película francesa Les Petits Mouchoirs (aka Pequeñas Mentiras Sin Importancia) y entré en un círculo dependiente-obsesivo con su banda sonora, entre la que se encuentra una conocidísima canción de este grupo. Fue a partir de entonces cuando comencé a indagar acerca de su trayectoria musical.
Descubrí que es el grupo que más tiempo ha permanecido activo en la historia del rock, que ha pasado de ser un cuarteto a un sexteto, a un trío y finalmente a un dúo. Que su estilo musical es de lo más versátil y que ha llegado a estar integrado por cinco hermanos Isley.
ANGUS & JULIA STONE.
He de confesar que inicialmente tuve bastantes reticencias hacia estos dos hermanos australianos, a pesar de que parecían tenerlo todo para formar parte de mis favoritos: dúo, voz femenina de lo más peculiar, melodías sencillas y un estilo folk intimista. Desde mi perspectiva, tienen algo que no acaba de cuajar, creo que pueden resultar algo olvidables y sus canciones no me llegan a emocionar.
Aun así, es uno de esos grupos cuyas canciones más te gustan conforme más las vas escuchando. Y, desde luego, esta versión que hicieron de “You’re the one that I want” me parece una maravilla.
SCALA & KOLACNY BROTHERS.
Con esta última referencia salgo algo del patrón marcado por los grupos anteriores, pero no podía dejar pasar la oportunidad de mencionarlos por aquí.
Los hermanos Steven y Stijn Kolacny acompañan al piano y dirigen, respectivamente, al coro femenino Scala, de origen belga. Aunque también interpretan composiciones propias, su éxito se basa en las versiones que hacen de conocidos temas de Nirvana, Rammstein, Coldplay, Foo Fighters, Oasis, Metallica o U2.
Me gusta especialmente su versión de “Creep” de Radiohead, que se utilizó en el trailer de la película La red social.
Queda visto para sentencia.
C.
Este año he sido francamente buena. Puede sonar un poco soberbio, dicho así tan directamente, pero nunca me han gustado las medias tintas y de verdad que lo he sido. Si el número de regalos que voy a recibir fuera proporcional a mi buen comportamiento, tendría que ir pensando en alquilar una nave industrial para poder albergarlos.
Ahora bien, entiendo que tal y como está el panorama la bondad se ha devaluado bastante y hacer alarde de ella a través de infinitos regalos pueda resultar incluso de mal gusto.
Es por ello que he decidido que este año voy a pediros suerte, ocasión y oportunidad. Oportunidad para que en el año venidero -o años, tampoco soy especialmente quisquillosa en cuanto al plazo- pueda llevar a cabo las siguientes empresas:
- Conseguir el armario ‘diurno’ de Alexa Chung y Caroline Sieber y el armario ‘nocturno’ de Diane Kruger y Olivia Palermo. En realidad, con las prendas me vale, de la infraestructura para su almacenamiento y de los eventos para lucirlas ya me encargo yo.
- Dirigir el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena. Ahora que lo pienso, me convertiría en la primera mujer en dirigirlo. No se trata de romper moldes ni nada por el estilo. Puro egoísmo, es de lo que se trata. Quiero sentir los nervios mientras se va acabando El Danubio Azul y dirigir a público y orquesta en la Marcha Radetzky dejándome la piel.
- Ver a Osasuna jugar la final de la Champions. Doy por hecho que no la ganaremos, por todos es sabido que somos un equipo sufridor. Además, tampoco quiero abusar de vuestra generosidad, con poder estar en el campo y vivir la final me doy por satisfecha.
- Sustituir a la voz femenina del grupo The Head and The Heart. Se me ocurren millones de grupos con los que me gustaría ir de gira, charlar o hacer alguna colaboración. Pero mi talento, aunque prometedor, no deja de ser bastante limitado, así que he de conformarme con una presencia discreta en un grupo de varias voces. Si los he elegido a ellos es porque su estilo musical me encanta; no son los más originales del planeta, pero tienen esa frescura propia de los grupos que están despegando. Y, sobre todo, porque parecen una familia y se lo pasan bien. A la vista está.
- Actuar en el teatro de Epidauro (Grecia). Vale, con esto igual me he pasado de pedante, pero estuve allí hace unos años y por escasos minutos llegamos una vez ya había cerrado. Debe ser un lugar impresionante, perfectamente conservado -data del siglo IV a.C.-, con una acústica brutal. Es modelo y símbolo del teatro griego antiguo y aún se hacen en él representaciones cada verano.
- Escribir así.
“Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.”
···
“Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.”
Julio Cortázar.
(P.D. Si encontráis por ahí una carta, de éstas tan monas que han hecho en Mr.Wonderful pidiendo un par de botas y unos cuantos libros, haced caso omiso por favor. Ésta es la importante.)
C.
Diciembre es uno de mis meses favoritos.
Diciembre es gorro de lana y guantes de piel. Es esquí, es Adviento, es papel de regalo. Es familia, mercadillos y orejas frías. Es reencuentro y polvorones. Es pijama de franela, y bombillas de colores. Es rojo, verde, blanco y dorado.
Diciembre huele a musgo.
Diciembre sabe a turrón.
Diciembre suena a villancico.
Como no podría ser de otra manera en esta época del año, adjunto una selección de mis imprescindibles (sin particular orden de preferencia) para que se conviertan en la banda sonora de este mes, como anticipo de la Navidad.
1. SANTA CLAUS IS COMING TO TOWN – Michael Bublé.
2. ALL THAT I WANT – The Weepies.
3. HAVE YOURSELF A MERRY LITTLE CHRISTMAS – Ella Fitzgerald.
4. LITTLE SAINT NICK – The Beach Boys.
5. SOMEDAY AT CHRISTMAS – Jack Johnson.
6. WHITE CHRISTMAS – Bing Crosby.
7. BABY IT’S COLD OUTSIDE– Lady Antebellum.
8. ROCKING AROUND THE CHRISTMAS TREE – Brenda Lee.
9. BLUE CHRISTMAS – Elvis Presley.
10. CHRISTMAS WISH – She and Him.
11. GREEN GROWS THE HOLLY – Calexico.
12. DRIVING HOME FOR CHRISTMAS – Chris Rea.
13. WINTER WONDERLAND– Frank Sinatra.
14. MERRY CHRISTMAS EVERYONE – Shakin’ Stevens.
15. JINGLE BELLS – Michael Bublé & The Puppini Sisters.
16. THANK GOD IT’S CHRISTMAS – Queen.
17. MY DEAR ACQUAINTANCE (A HAPPY NEW YEAR) – Regina Spektor.
18. CHRISTMAS EVE WITH YOU – Mathew Morrison & Jayma Mays.
19. DO THEY KNOW IT’S CHRISTMAS – Band Aid.
20. AULD LANG SYNE – Andrew Bird.
21. HAPPY XMAS (WAR IS OVER) – John Lennon
22. ALL I WANT FOR CHRISTMAS IS YOU – Michael Bublé.
23. LAST CHRISTMAS – Wham!
24. 12 DAYS – Straight No Chaser
Les gustará más o menos esta lista, pensarán que me he dejado algún gran clásico o que alguna de las versiones escogidas no es la mejor. Coincidirán conmigo en que, pese a alguna pequeña discrepancia, es una lista fantástica para estar recostado una gélida tarde de invierno con un chocolate caliente entre las manos, viendo caer copos de nieve por la ventana, al susurro del crepitar del fuego, impregnándose uno de ese sentimiento tan especial conocido como espíritu navideño.
Ahora bien, siendo francos, he de recordarles que aunque el plan sea de lo más apetecible como preparativo a las fiestas, dista bastante de una navidad española tradicional. Lo nuestro es bastante mejor. España es algarabía, desafinación y pandereta. Si la anterior lista era un preparativo a la Navidad, ésta es Navidad en estado puro, la que hay que escuchar un 25 de diciembre. Que la disfruten.
Calíope.
Siempre he pensado que Sabina es genio y canalla a partes iguales. Me gustaría tener la voz de Russian Red. Supersubmarina me pone de buen humor. Canto a grito pelado al Alejandro Sanz de los 90. Me gusta Lori Meyers. Y Vetusta Morla. Me encanta Love of Lesbian. Quiero hacer un dúo con Quique González. Ocasionalmente escucho a Hola a todo el Mundo o La habitación roja, frecuentemente a Iván Ferreiro, Los Piratas y Los Planetas. Siempre vuelvo a Siempre así.
La verdad es que no hace falta traspasar las fronteras de “esta España mía, esta España nuestra” para encontrar talento. Les presento algunas –de las muchas- interesantes propuestas del panorama musical nacional.
JUAN ZELADA
Muchas veces me pregunto si no hubiera sido mejor hacer las maletas, cerrar con llave y salir al mundo. Para eso hace falta, además de coraje, saber qué quieres hacer, a dónde quieres ir. No el destino, sino el fin.
Juan Zelada, madrileño, tenía claro que quería dedicarse a la música y hace unos cinco años emigró a Inglaterra con el empeño y la voluntad de poder dedicarse a ella de lleno. Gracias a una beca, entró en el Liverpool Institute for Performing Artists, centro coordinado nada más y nada menos que por Paul McCartney, y de ahí se fue a Londres. Comenzó tocando el piano en bares, restaurantes y cruceros de verano hasta que un día fue “descubierto” por Adam Low, responsable del restaurante en el que tocaba, quien desde el primer momento apreció que era un buen intérprete dotado de mucho carisma. A partir de entonces su carrera dio un vuelco.
Sus dos primeros singles “Breakfast in Spitalfields” y “The blues remain” lograron un éxito sin precedentes para un compositor español en la BBC Radio, colocándose durante seis semanas en la lista principal de BBC Radio y siendo el artista más reproducido después de Adele en junio de 2011, méritos aún más loables si se tiene en cuenta que por aquel momento Juan Zelada aún no contaba con un contrato discográfico. Finalmente, a principios de 2012, publicó su primer disco: “High Ceilings & Collarbones”.
Predomina en sus creaciones un soul ligero, un blues enmarcado en un contexto más pop, que deja entrever que Juan Zelada ante todo es un gran músico. Puede que no encontremos entre sus temas esa canción sobrecogedora que nos marcará para toda la vida, pero lo cierto es que se trata de un disco muy agradable, el tipo de disco que no te importaría tener siempre sonando de fondo.
Ojalá en un futuro, además de en inglés, componga también en español, porque encontré esto en Youtube y me dejó encantada. Además, dejo un vídeo de una canción que creó antes de su vertiginoso éxito, inspirada en las aportaciones que sus seguidores hicieron en Twitter a partir del hashtag #yoconfieso.
DELAFÉ Y LAS FLORES AZULES
Los conocí por pura casualidad. Verano, festival, mojito, y entre concierto y concierto salen al escenario un chico de aspecto tímido con una gorra visera y una chica risueña, pelo negro azabache y tutú azul eléctrico.
Él es “Delafé” (Óscar D’aniello) y ella “Las Flores Azules” (Helena Miquel). Iniciaron su recorrido musical en el año 2002, en Barcelona, como Facto Delafé y Las Flores Azules, publicando su primer disco en 2005 “Vs. El monstruo de las Ramblas”. En 2006, Bigas Luna pidió que compusieran un tema para su película Yo soy la Juani, que luego incluirían en su próximo cd: “Luz de la mañana”. Ello supuso su exposición al gran público, incrementándose su popularidad con la utilización por Corte Inglés de uno de sus temas para una campaña publicitaria. En 2009, antes de la publicación de su tercer y ultimo disco “Vs. Las trompetas de la muerte”, se produce una escisión en el grupo y el tercer componente del mismo, “Facto” (Marc Barrachina), lo abandona pasando desde entonces a denominarse simplemente Delafé y las Flores Azules. Recientemente han puesto voz e imagen a un popular anuncio de cerveza, con la canción Ciudadanos de un lugar llamado mundo.
Cuando los escuché por primera vez no estaba preparada para lo que iba a oír. El rap melódico de él combinado con la dulce voz de ella, canciones con un toque más electrónico, otras más pop. Hay quienes los tachan de aburridos y sus letras de insulsas, pero lo cierto es que en directo transmiten una energía al público increíble, presentan una propuesta muy personal y contagian su buen rollo (por favor, cuando digo “buen rollo”, que nadie piense en el colegueo de Macaco y similares, que eso es otra cosa).
Precisamente lo que más me atrae de este grupo es que tiene un estilo inclasificable. En palabras de Óscar D’aniello, “hay poca gente que se atreva a experimentar un poco con el rap, electrónica y otros estilos. Hay poca oferta como la nuestra. Y cuando sales con algo raro la gente necesita etiquetarte.” Por eso me gustan, por atípicos. Hoy por hoy destacar por original bien merece un aplauso.
ALONDRA BENTLEY
De padre británico y madre española, Alondra nació en Lancaster y con apenas 5 años se trasladó a Murcia. Fue colaborando con distinto grupos murcianos hasta que en 2005 lanzó su carrera en solitario y publicó en 2009 su primer álbum: “Ashfield Avenue”.
Con reminiscencias de folk americano, Alondra se une al prolífico grupo de vocalistas españolas que con voz delicada y naturalidad cantan en inglés con no más compañía que su guitarra y discreta instrumentación (véase Russian Red, Zahara o Annie B Sweet –la cual todavía no me convence, por cierto). Voz decidida pero dulce, melodías minimalistas pero conmovedoras, interpretación frágil pero seductora. Además de su disco debut, ha publicado un álbum de canciones para niños y un segundo CD en 2012 titulado “The Garden Room” con su familia como leitmotiv, combinando la tristeza por el fallecimiento de su madre con la fortaleza y el apoyo que le proporciona la cercanía y el cariño de sus familiares.
PÁJARO SUNRISE
Aunque no hacía demasiado tiempo que escuchaba sus canciones, en diciembre de 2011 casi me da un síncope cuando Yuri Méndez, alma mater de Pájaro Sunrise, escribió en su blog que dejaba la música indefinidamente. Menos mal que no acabó siendo más que un parón puntual y ya está preparando su próximo disco, porque se ha convertido en uno de mis favoritos.
Estaba pensando en contar su historia y evolución detalladamente y ensalzar las maravillas de sus composiciones, así como la emoción que me producen muchas de sus canciones. Pero me da miedo desvirtuarlo con tanta palabrería. Dejo una selección de mis preferidas, y si de verdad les entusiasman, sé que investigarán su procedencia y no dudarán en compartirlas con los demás. Porque merecen la pena.
Queda visto para sentencia.
Calíope.
Proliferación futbolística, la de la última semana y media. La cosa es bastante sencilla, cuando hay poco pan, toca mucho circo, y qué mejor escenario circense que la Eurocopa. Previas, crónicas, debates, los goles de la jornada, probabilidades, equipo revelación, el 11 ideal, lesiones, ¡podemos!, partido a las 18:00, partido a las 20:45, sanciones, declaraciones. Y llegamos a cuartos y empieza lo emocionante de verdad, todo a un partido, tensión, final, a jugarse el todo por el todo. Como para pensar en otra cosa.
Pero no se asusten (o no se hagan ilusiones) porque no tengo intención de hablar de fútbol. Que me gusta mucho, oigan, pero creo que mis comentarios técnicos y mi crítica constructiva no deberían trascender de los oídos de mi condescendiente padre, que no me rechista. Porque los hay bastante más entendidos que yo, como se pueden imaginar.
Lo que quiero proponerles es que amplíen sus horizontes con recomendaciones provenientes de los países clasificados para cuartos de final, por si no tienen suficiente con el circo futbolístico para evadirse de los problemas.
REPÚBLICA CHECA
Si no han visto la película Once, se la recomiendo fervientemente. Gracias a ella conocí a Markéta Irglová, músico y cantante procedente de la República Checa. Comenzó a tocar con apenas 7 años, y hoy en día, con tan sólo 24, puede enorgullecerse de haber participado en la citada película, formar parte del grupo The Swell Season y haber lanzado su primer disco en solitario en 2011, Anar.
En Once, interpreta a una inmigrante checa que vende flores en la calle, que compone canciones pero nunca ha tenido el valor de interpretarlas en público. Hasta que conoce al irlandés Glen Hansard, músico callejero con el que comparte una pasión, la música, encontrando con él una conexión especial, que traspasa la pantalla.
No se aborda el tema desde la sensiblería, sino que se parte de la fantástica química entre los personajes, que tienen en común la búsqueda de un sueño y la música como denominador común, pero cuya vida tiende a distanciarse por los factores políticos, sociales y raciales que les separan. Preciosa su BSO, compuesta por el propio Glen, con la ayuda de Marketa. Les dejo la canción que acompaña uno de los momentos más entrañables, cuando ambos tocan por primera vez juntos: Falling Slowly, ganadora del Oscar ala Mejor Canción Original en 2007.
Ahora bien, su relación con Glen Hansard trasciende de la gran pantalla, ya que junto a él forma parte del grupo The Swell Season desde el año 2006. Sonidos acústicos, melodías delicadas, que alcanzan momentos álgidos de desgarradora belleza. La fragilidad de Markéta Irglová es el complemento perfecto a la pasional interpretación de Glen Hansard.
Para los seguidores de este dúo, visionado obligatorio del documental que comparte nombre con el grupo, y que muestra los entresijos de los dos años de conciertos, actuaciones y viajes que prosiguieron a Once.
(Vale, en realidad quien me encanta es Glen Hansard -toca en Bilbao el próximo 10 de julio, por cierto- pero, entiéndanlo, las posibilidades de que Irlanda se clasifique son nulas)
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GRECIA
Ítaca
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Kostantinos Kavafis
(traducción, Pedro Bádenas dela Peña)
Probablemente, el poema más emblemático de Kostantinos Kavafis (1863-1933), uno de los más importantes poetas griegos del siglo XX. Ítaca (1901), inspirado en el viaje de regreso a casa de Ulises, no es sino una oda a la vida, una metáfora en la que la vida se presenta como trayecto, como viaje; en la que no es importante nuestra meta, nuestro destino, sino qué experiencias vivimos y cómo nos enriquecemos en nuestro caminar.
Queda visto para sentencia.
Calíope.